Fuera del centro urbano de Salamanca, las calles funcionan de manera típica de los EEUU; los coches viajan por sus lugares propios y los peatones por los suyos, y hay señales para asegurar la seguridad de las intersecciones entre los dos. Sin embargo, durante unas días de la semana se permite que los coches pueden entrar al centro urbano para rellenar los bares y tiendas. Se debe tener mucho cuidado para que los coches no se atropellan durante eses días.